miércoles, 24 de octubre de 2018

No tengo ni la más remota idea de cuánto tiempo ha pasado. Estuve en el pozo por no sé cuánto tiempo. Al final todo eran visiones, engaños. Más rostros en la oscuridad, más palabras en voz baja. Más recuerdos.

Una nebulosa te consume cuando estás en situaciones así. Dejé de ser yo y pasé a ser otra cosa. Todavía no lo sé. Solo recuerdo golpes, sangre, y luego nada. Pero no la nada como ausencia de algo, no. La nada como ausencia de sí misma. De vez en cuando venía y me pegaba una paliza. Al final le acabé cogiendo el gusto hasta que volví a darme asco a mi mismo. Y vino el pozo otra vez.

Hasta que llegó él y me sacó de allí. No ha sido agradable, pero ya llevo un día fuera. Me he visto en un espejo y no soy el mismo. También he visto el mundo y ha cambiado: ya no hay nada. No queda esperanza.

Me habló de una mujer. Parecía enamorado de ella. Voy en su busca.

Por favor, si alguien lee esto, que me encuentre. Me llamo Hugo Halder.

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